3 calabacines medianos, tirando a pequeños ( de unos 20-22 cm de largo) – aceite – sal

Lavamos y secamos los calabacines, les cortamos los extremos y los cortamos a la larga en lonchas finas.
Pincelamos con aceite la plancha y los hacemos a fuego entre medio y flojo por los dos lados. Se trata de que queden tiernos pero no dorados.
Ponemos un par de cucharadas de aceite en una sartén y sofreímos en ella la cebolla y el ajo hasta que están tiernos.
Agregamos a la sartén la pechuga, los pimientos y el tomate y sazonamos con sal
Ponemos en una fuente honda unas cucharadas de salsa de tomate y lo cubrimos con una capa de lonchas de calabacín.
Extendemos encima la mitad del relleno y lo tapamos con otra capa de calabacín.
Repetimos la operación y terminamos con calabacín.
Lo cubrimos todo con una salsa bechamel y espolvoreamos con queso rallado
Lo gratinamos en el horno..